jueves, 18 de julio de 2013

El entusiasmo que comienza a despertar esta elección presidencial


Bendito sea que el diálogo actual nos permita dialogar y ojalá que todos los candidatos y todas las personas consideren lo siguiente: la inminencia de un peligro mayor en la Tierra, el imperativo ético de actuar con el ejemplo y la importancia de relevar la espiritualidad de la compasión, la meditación y la palabra noble.

El día de ayer, en el excelente e innovador diplomado sobre Sustentabilidad que se dicta en la USACH, vimos una película recién estrenada: Stop! Rodando el cambio. Allí se vierten múltiples conceptos sobre la evolución en curso, muy atingentes al debate global y al debate nacional que las elecciones presidenciales promueven.

La película instala la idea, compartida entre los asistentes al diplomado con quienes conversamos, de una crisis multi-convergente. Es económica y financiera, pero también abarca la dimensión ética y valórica, política, social, ambiental y climática. Es una crisis total y nos genera un peligro mayor a cualquiera que se haya registrado en los libros de historia.

Asimismo, es tiempo de visibilizar las soluciones innovadoras y que, desde nuestra perspectiva, requieren necesariamente considerar la variable del planeta en que habitamos. Esto que nos resulta obvio parece no estar dentro de las consideraciones de los políticos que participaron del debate de primarias. Como dijo Moschiatti: ¿Parece que los candidatos no saben que el desierto está a las puertas de Santiago?

Insto desde esta tribuna a que votemos por una persona que, al menos, considere en su verdadero sitial al peligro planetario. Vivimos momentos cruciales en los que requerimos evolucionar. La solución descansa en nosotros. Las autoridades pueden cooperar, pero es sin duda con el ejemplo de los corazones ardientes que vamos a permear el amor por la Madre Tierra. En la medida que el amor por la Madre nos vaya inundando, me parece que naturalmente vamos a destetarnos de la Televisión. Esa máquina que promueve estilos de vida en el que el consumo es el éxito. Quizás con esa misma máquina o con otras estrategias vamos a relevar la solidaridad. Hemos de valorar a nuevos superhéroes. El servidor, el mediador, el cooperante, el meditador y la persona gentil, los atentos: todos ellos han de ser cuidados y enaltecidos en las escuelas y en los lugares de trabajo y en la sociedad en general.

Una Fundación Neozelandesa de Paz incorpora este sistema replicable. El "superhéroe" del colegio es el mediador. Debidamente formado, cuando ve una pelea es instruido a fomentar el acercamiento entre los agresores. Si no puede, se le instruye llamar a un niño o niña mediador(a) de un curso superior. Si no puede arreglar la diferencia, a un profesor especialista. Es el ejemplo.

El cambio evolutivo debe ser comunicado con los propios hábitos y aquí es donde me parece trascendente resaltar la figura consular del candidato presidencial chileno Alfredo Sfeir. El que practique la meditación y se encuentre en la carrera presidencial, lo catapulta entre las figuras que requieren de nuestro apoyo total y esto ¡más allá de nuestras fronteras! Es un líder para el planeta. Su relato es con la acción, más que con las palabras. La limpieza de tanta contaminación de aguas, tierra y aire requiere comenzar ahora. La limpieza en las prácticas política es posible y la victoria, también es posible, en una generación. Creerlo depende solamente de perseverar en la propia práctica. Porque al hacerlo veremos que esto es tendencia. La limpieza de la propia mente nos permite visualizar que la esperanza está intacta. Cuando observamos todo lo anterior: celebramos en calma.

La construcción de la paz merece que nos dediquemos por completo a ponernos en el  lugar de los demás, a meditar y limpiar nuestras mentes y solamente desde allí podremos proferir palabras y cursos de acción alineados con el sentimiento colectivo de bien común. Por último, el desafío es ser consecuentes en la acción que deriva de la alta vibración que genera la compasión, la meditación y la palabra noble.

Bendito sea que el diálogo actual nos permita señalar todo lo anterior y ojalá que todos los candidatos y todas las personas consideren lo anterior: la inminencia de un peligro mayor en la Tierra, el imperativo ético de actuar con el ejemplo y la importancia de relevar la espiritualidad de la compasión, la meditación y la palabra noble.